Visitar al doctor resulta un tema de complejidad para muchos, pues ir a una consulta médica implica tiempo y dinero además de la tediosa visita a los centros hospitalarios donde el ambiente para muchos no es agradable; y ni pensar en los agobiantes y ocupados centros de emergencias.
Por eso la gran mayoría de las personas busca ir al médico cuando en verdad hay razones de peso para hacerlo y cuando desconoce la causa de sus síntomas. Es por esto que las uñas encarnadas a pesar del dolor, el cual es un dolor de fuerte intensidad que podría impedir incluso el hacer fuerza con el pie o la mano afectada, no es un motivo de consulta frecuente en los centros de salud; a esto se le puede atribuir el hecho de que una uña encarnada es realmente común en las personas. Pero deberíamos saber lo que realmente es y el por qué de las uñas encarnadas:
¿Qué es y por qué se dan las uñas encarnadas?
Las uñas o unguis son estructuras corneas que crecen en las falanges o extremos distales de nuestros dedos, y representan el estrato más superficial del lecho ungueal. Cuando el crecimiento de esta estructura cornea tiene lugar dentro de la dermis (piel) causa un proceso inflamatorio que trae consigo dolor. Cabe acotar que el dolor es insoportable, y esto se debe a que los seres humanos posemos terminaciones nerviosas más sensibles en los extremidades y son estas las responsables de transmitir ese estimulo doloroso.
Las causas suelen ser muchas, pero pongamos especial cuidado a:
- Realizar un corte de uñas adecuado. Al cortarla, no cortes demasiado y córtalas en línea recta.
- No usar calzados muy ajustados, que generen mayor presión.
- No exponer a sobrecarga de peso o fuerza a las uñas.
- Evitar los hongos en las uñas.
Pero es muy importante señalar que puede existir una causa hereditaria lo que hace que la persona tenga predisposición a sufrir de este problema.
¿Cómo resolver el problema?
Con estos tips podrás tener herramientas para desenterrar esa uñas encarnada que tanto duelen, y lo mejor desde tu casa:
- Remoja la uña en agua caliente: usa el agua sumamente caliente (mientras que la temperatura sea soportable y no cause daño) y de esta manera logras ablandar la uña y evitar el desarrollo de bacterias u hongos. Repítelo al menos 3 veces el mismo día.
- Remoja, corta y levanta: si quieres ir un poco más allá después de remojar los pies al menos 15 minutos, corta la uña en línea recta y evitando los extremos puntiagudos en los bordes. Posteriormente introduce un pequeño trozo de gasa o algodón entre la uña y la piel en la esquina o zona afectada y de esta manera lograrás evitar la molestia.
- Rodaja de limón: usa una rodaja de este fruto encima de la zona afectada durante las noches y sujétalo. El limón cuenta con poderes astringente y así evitaras infecciones y reducirás el dolor
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