Los lípidos dietéticos contienen ácidos grasos como el omega-6 y el omega-3, que son nutrientes esenciales para muchos animales y también para los seres humanos. Los estudios suponen que un consumo balanceado de lípidos por parte de las mujeres encintas es necesario para la formación adecuada del cerebro del bebé que se está gestando.
En un experimento realizado en animales, los científicos notaron que cuando un ratón hembra se alimentaba con una dieta rica en omega-6 / pobre en omega-3, las crías nacían con un cerebro más pequeño y mostraban un comportamiento emocional anormal durante su etapa adulta. Esto es significativo pues millones de personas alrededor del mundo siguen patrones similares en sus dietas y tienden a consumir más aceites de semillas (ricos en ácidos grasos omega-6) y menos pescados (ricos en ácidos grasos omega-3).
Los estudios en animales también sugieren que las diferencias en el consumo de omega-6 y omega-3 también pueden determinar los niveles de ansiedad que pueden sufrir las crías. Esto implica que un consumo balanceado de lípidos dietéticos (que se puede lograr comiendo más pescado) durante el embarazo es bueno para el desarrollo saludable del cerebro del bebé que se está formando.
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